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Qué difícil reflejar la ira en un dibujo y que quede bonito o al menos no resulte demasiado dañino a la vista. Sobre todo cuando se trata de un calendario que cuelgas en tu pared, pues uno de mis objetivos principales es transmitir emociones positivas. Pero debía incluir a esa mujer iracunda entre Las Mujeres Sabias que hay en Ti, para mostrar que la ira bien canalizada puede llevarnos adonde nosotras queramos.

Kali Sabias

Ilustración: «La mujer Sabia pone límites» (inspirado en la diosa hindú Kali). Acrílico sobre papel hecho por Elena Caballero.

Al final escogí un símbolo universal como la imagen de la diosa hindú Kali.

Tal y como explica Jean Shinoda, en Las Diosas de la Mujer Madura, (en este link tienes el libro en PDF) una mujer entra en la madurez con una creciente soltura para decir ¡Ya está bien!, que le hace recuperar el poder y la confianza en sí misma. Y es que la rabia, bien canalizada, nos prepara para la acción.

De las cuatro emociones básicas: alegría, tristeza, miedo y rabia, la menos reconocida en las mujeres ha sido está última, su capacidad para la agresividad, para liberar su ira. De esta forma, se arrebata una parte básica de su ser instintivo y vital, acercándola más al rol de víctima.

Sin embargo, ahora ha llegado el momento de concederte decir un ¡Basta! desde las tripas. De no sentir culpa cuando gritas ¡No! Conectar con la ira, te permite utilizar esa inmensa energía de fuego, para cambiar lo que no te gusta. Así que báilala, grítala, suéltala. Se trata de recuperar la fuerza y capacidad para poner límites.

La ira vivida con sabiduría deja de ser destructiva para ti y los demás, por eso canalizarla sin dañar es el reto. Para la mujer sabia se convierte en una herramienta muy útil capaz de transformar su realidad.

Clarissa Pínkola Estés escribe en Mujeres que corren con los lobos: “La Mujer Salvaje enseña a las mujeres a no ser “amables” cuando tengan que proteger sus vidas emocionales. La naturaleza salvaje sabe que el hecho de actuar con “dulzura” en tales circunstancias sólo sirve para provocar la sonrisa del depredador. Cuando la vida emocional está amenazada, el hecho de trazar en serio una línea de contención es no sólo aceptable sino también preceptivo. Cuando la mujer así lo hace, su vida ya no puede sufrir intromisiones durante mucho tiempo, pues ella se da cuenta inmediatamente de lo que ocurre y puede empujar de nuevo al depredador al lugar que le corresponde”.

 

¿A qué necesitas decir No?